La falta de atención al departamento, sumado a su cercanía con Brasil, convirtió a Rivera en un campo de libre acceso para el narcotráfico y los delincuentes que buscan refugio. Desde el 2022 el departamento presenta un crecimiento sostenido en la tasa de homicidios por cien mil habitantes. 

La inseguridad en el departamento de Rivera ha alcanzado niveles alarmantes, posicionándose como una de las áreas más peligrosas del país. La falta de atención al departamento, combinado con su proximidad a la frontera con Brasil, ha convertido a Rivera en un campo de libre acceso para el narcotráfico y los delincuentes que buscan refugio. Desde el 2022, el departamento ha presentado un crecimiento sostenido en la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes.

El Observatorio del Territorio de Uruguay ha señalado en su informe más reciente que la situación en Rivera es crítica. La creciente actividad delictiva, facilitada por las débiles políticas de control fronterizo y la insuficiente presencia policial, ha contribuido a un aumento considerable de la violencia. La facilidad con la que los criminales cruzan la frontera agrava el problema, convirtiendo a Rivera en un epicentro de operaciones ilícitas.

Los residentes de Rivera viven en constante temor, enfrentando una realidad donde la violencia y la inseguridad se han vuelto comunes. La comunidad ha demandado una mayor intervención por parte del gobierno, pero hasta ahora, las respuestas han sido insuficientes para detener la ola de crímenes.

Deja un comentario

Tendencias